7.5.12

Otra vez.

Creció con el miedo, convivió con él e hicieron la promesa de no separarse nunca. No tuvo elección, ese era su destino antes de que llegara a este mundo. Todavía no entiende por qué, a dónde le llavará todo esto, incluso a veces duda de que haya alguna explicación. Vive en su interior, temporadas en las que duerme, pero se despierta con ruidos que le recuerdan al ayer, susurros de conversaciones entre la ira y el miedo cercano, pero no propio. La adrenalina la invade por si tiene que luchar o salir corriendo, la respiración se corta para no distraer y poder percibir mejor los sonidos que se escuchan al otro lado de la pared, para interpretarlos y poder decidir que paso dar después. Nada ocurre. Falsa alarma. Sus músculos se relajan, la tensión comienza a disminuir. Pero esto no ha sido una victoria, simplemente no ha ocurrido un trágico final. Solo ha sido eso esta vez, otra vez. Y otra vez una derrota, otra vez el miedo ha vuelto a dar la cara para recordarle que siempre estará con ella, que cumplirá esa promesa hasta que su existencia ya no tenga sentido, pero mientras no sea así nunca la abandonará, estará ahí para recordarle que debe sospechar, desconfiar y sentirle a él, sentir al miedo muy presente.

1 comentario:

Ink and Eyeliner dijo...

Que bonito texto! Muchas Gracias por pasarte por el blog :D