Durante este tiempo solo me había fijado en el movimiento de personas, pero no en el lugar.
Y quizás es lo único que importaba hasta entonces.
El día que me mudé al piso hace dos años, sin duda, la cosa que no olvidaré es a los vecinos de enfrente. Fue lo primero que vi desde mi ventana. Allí estaban ellos cuatro, en esa habitación que nunca he conocido, ni siquiera sé si es un dormitorio, una salita, o qué demonios es. Y ahora no están.
Pero eso no cambia nada, porque seguirá siendo la ventana de enfrente, y si entran nuevos inquilinos, seguirán siendo los vecinos de la ventana de enfrente.
Los vecinos de la ventana de enfrente solo que con diferentes caras, diferentes vidas, almas, formas de pensar y actuar. No sé si serán importantes para mi, o si no los conoceré, y tampoco sé si visitaré esa habitación y veré desde allí mi ventana, para convertirme en la vecina de la ventana de enfrente. Siempre he querido saber cómo se ve desde el otro lado y me gustaría antes de que pase el año, que seguramente lo hará muy rápido, haber estado allí y llevarme una instantanea del momento, sin duda sería muy simbólico.
Pero hasta septiembre no sabré nada. Quién sabe si estás leyendo esto, o no... ni siquiera sé si serán chicos o chicas, aunque ya aclaro que me gustaría que fueran chicos, para seguir con la tradición, no por otra cosa vamos...
3 comentarios:
Que curioso que, bajo el mismo nombre, se vaya a encontrar algo tan diferente ;)
Me ha encantado eso de "y tampoco sé si visitaré esa habitación y veré desde allí mi ventana, para convertirme en la vecina de la ventana de enfrente. Siempre he querido saber cómo se ve desde el otro lado"
Porque yo también lo he pensado más de una vez :)
Hola soy abe, me he hecho un blog nuevo, te sigo desde el =)
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